domingo, 23 de julio de 2017

Los espías del Marqués de la Ensenada

El espionaje industrial del siglo XVIII tuvo entre sus objetivos algunos de los principados alemanes. El de Sajonia despertaba particular interés, y en él ejerció su actividad el Duque de Liria, quien para obtener información, llegó a formar parte de una sociedad secreta, llamada la mesa Redonda, a la que pertenecían las personas más influyentes del Principado. 
También espiaron en Dresde, por cuenta del Marqués de la Ensenada, José Manes y Francisco Estachería. Su misión estaba relacionada con el llamado espionaje industrial, por lo que visitaron los centros mineros de la región y consiguieron hacerse con los usos del cobalto que estaba asociado a una especie de maldición a causa de su toxicidad, que provocaba un elevado número de muertos entre los mineros. 
Su nombre deriva del alemán kobalt, palabra derivada de kobold, que significa espíritu maligno. La obtención del cobalto y su uso se guardaba como un secreto en la época, al igual que la fabricación de la porcelana. Se utilizaba para dar tonos azules a la porcelana, al vidrio y al esmalte.

(La aventura de la historia)

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