domingo, 12 de octubre de 2014

Madrid, puerto de mar

Antes de que el ferrocarril extendiese sus caminos de hierro por el vasto territorio español, la idea de comunicar Madrid con el Océano Atlántico, o viceversa, era sueño de reyes. Felipe II fue el primero en intentarlo. Pretendía ensanchar el río Tajo desde Lisboa y hacerlo navegable hasta Madrid por la desembocadura del Jarama, y desde este hasta el Manzanares. Para tamaño proyecto contó con las buenas artes del ingeniero y arquitecto Juan Bautista Antonelli. Y para dar al traste con su sueño contó con la Armada Invencible, que quedó hecha añicos después de batallar contra los ingleses y las inclemencias del tiempo. Pero esa es otra historia.
Fernando VI incluirá este proyecto en la política de obras públicas, pero será Carlos III quien lo desarrolle plenamente y construya un canal navegable desde el Puente de Toledo hasta el río Jarama. Se concluyeron 10 km que llevaron por nombre Real Canal del Manzanares.
Durante el reinado de Fernando VII- se retoman las obras del canal y se construyen cuatro kilómetros más en dirección hacia Vaciamadrid; incluían diez esclusas, ocho molinos de agua, un embarcadero, edificios para oficinas y hasta una capilla.
Pascual Madoz cita los "Paseos del Canal" en 1848 y los describe con detalle. Cita también la hermosa cabecera del Canal de Manzanares: "La forma un bello cuerpo de arquitectura, compuesto de un zócalo de granito que recibe un pedestal, en el que se sienta un león de mármol con dos columnas dóricas de igual material, con el plus ultra en los fustes y coronas reales en los remates. A los lados hay escalinatas, y en el neto del expresado pedestal se lee la siguiente inscripción: Cabecera del Real canal de Manzanares construida en el año 1819. Por bajo en la parte labrada de mampostería se ven dos bustos, y en el centro un bajo relieve con una esfera y otros objetos análogos al destino de la obra."

(Historia urbana de Madrid)

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