domingo, 2 de febrero de 2014

El mar de Orzán - La Coruña

Cerca de la Torre de Hércules hay una playa en la cual, a pesar de no haber escollos ni peñascos, se estrella el mar con terrible furia.
Las gigantescas olas que cubiertas de blanca espuma se suceden unas á otras sin interrupción y vienen á morir en la arena, amenazan de continuo, según una antigua profecía, a la linda capital de Galicia; la cual, según aquella, debe dormir un día en el fondo de los mares el eterno sueño de la muerte.
Este mar tan encrespado y terrible se llama mar del Orzan
Situada en el corazón de A Coruña, la playa del Orzán, de 700 metros de longitud, es contigua a la de Riazor, que da nombre al estadio de fútbol de la ciudad. Históricamente, la fuerza del oleaje en los inviernos coruñeses hacía que el mar inundase plazas interiores de la ciudad, como la de Pontevedra. Para poner fin al problema, en los años 80 se procedió al relleno de arena de las dos playas. Así la balaustrada del paseo marítimo quedaría protegida. En realidad ni eso pudo con la fuerza del mar. Raro es el invierno de temporales en que no cae la balaustrada. Hace tres años, las olas invadieron la carretera del paseo marítimo y arrastraron a un niño, salvado por un paseante cincuentón, quien por unos días se convirtió en un héroe local. El año anterior, cerca del Orzán, el mar se llevó unos bancos ornamentales y uno de ellos segó la pierna de un paseante.
En el 2010, el Orzán y Riazor fueron ampliadas de nuevo con más aportes de áridos, 320.000 metros cúbicos de arena traída de canteras. Con ello se ampliaba la playa para su disfrute y se aumentaba la protección ante los temporales. Sin embargo ese relleno cambió la morfología de la playa, que ahora tiene un escalón muy pronunciado en la zona de entrada del agua, de tal manera que pierdes pie abruptamente. A raíz de ahogamientos anteriores, algunos especialistas aseguran que la caída de la ola se ha vuelto más traicionera en la pendiente del escalón.

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