viernes, 6 de septiembre de 2013

Como San Sebastián se libró de Sansón

En Guipúzcoa existen, repartidas por toda su geografía, varias piedras de tamaño colosal a las que se denomina Sansonarri y que deben su nombre a que fueron lanzadas desde montes vecinos por el héroe legendario Sansón. 
Sansón fue hijo de Zora, de la tribu de Dan, y fue destinado por Dios para salvar a los israelitas de los filisteos. En efecto, un ángel se acercó a su esposa y le señaló que tendría un hijo de fuerza descomunal, capaz de desgarrar sin ayuda de nadie un león y de vencer a los filisteos incluso cargado de cadenas.
Como nazareno que era, Sansón debía abstenerse de beber vino o sidra, pasar una navaja sobre su cabeza o acercarse a una persona muerta. 
Antes de que la bella Dalila causara su perdición cortándole la cabellera mientras dormía, en un ataque de furia arrojó en Tolosa una piedra en forma de obelisco desde el monte Uzturre. La peña de Arrióla está entre Cegama y Segura. Allí cuentan que Sansón quiso lanzarla desde el monte Aitzkorri para destruir San Sebastián, pero al tirarla resbaló con unos excrementos de oveja, por lo que no la alcanzó. 
De este modo, la ciudad se salvó de su fuerza y de su ira.

("Ciudades y Leyendas" de Manuel Lucena Giraldo)

No hay comentarios: